¿Cómo limpiar y cargar las piedras?

Cuando una piedra llega a tus manos, lo primero que deberías hacer es limpiarla, es decir eliminar las energías negativas que pueda haber en ella. Probablemente antes de haber llegado a ti ha sido tocada por diversas personas y eso ha hecho que se cargue con problemas y energías que no debes absorber. Incluso aunque la cojas de la naturaleza conviene limpiarla ya que ha podido estar en contacto con personas, animales o con diferentes vibraciones que te pueden perjudicar. Además es importante que la limpies para que obtengas la máxima efectividad de la piedra (cada piedra tiene unas propiedades diferentes).

Conviene que lo hagas (se pueden limpiar varias piedras al mismo tiempo) antes de usarla por primera vez y luego de vez en cuando para quitar cualquier negatividad producida por tu propio cuerpo o por el ambiente. Si estás en una época más difícil sería conveniente limpiarla más asiduamente, si te observas y te escuchas sabrás cuando es el momento de limpiarla.

Hay diferentes formas de limpiar las piedras:

-Agua: las puedes limpiar sumergiéndolas en agua corriente. Prepara un recipiente de cristal con agua, deposita las piedras y déjalas en remojo unas horas, incluso toda la noche.

También puedes poner dentro del recipiente agua y un puñado de sal, y dejar las piedras de 10 a 15 minutos, no mucho más ya que la sal podría dañar las piedras.

Si te encuentras en la naturaleza las podrías limpiar con el agua de un manantial. En ese caso deja que corra el agua encima de ellas por lo menos 5 minutos y luego pásalas por agua corriente para eliminar cualquier partícula que pudiera quedar impregnada.

Luego pon las piedras encima de una toalla o trapo de algodón y deja que se sequen solas, mejor no frotarlas con el trapo.

Las piedras que son porosas como la crisocola, turquesa o pirita mejor no las limpies con agua ya que se podrían romper (hazlo con palo santo o incienso).

-Palo santo o incienso natural: puedes limpiar las piedras exponiéndolas unos minutos al humo de una barra de palo santo o de incienso natural de alguna de tus plantas favoritas. Yo suelo hacer de lavanda o salvia (simplemente seca la planta y amárrala con hilo de algodón natural y ya tendrás tu incienso)

-Con otras piedras: puedes introducir también tus piedras con una amatista o un cuarzo transparente en un recipiente durante unos días. Además de limpiarlas, también se energizarán.

La piedra shungit es la única piedra que no hace falta limpiarla, ya que posee poderes de limpieza propios.

Una vez que tengas las piedras limpias puedes cargarlas energéticamente a la luz de la luna llena. Colócalas en un lugar donde le dé la luz de la luna directamente, mínimo una hora. Si puedes déjalas toda la noche. Aunque el cielo esté nublado, la energía estará igual, por lo tanto las piedras se cargarán igualmente.

También puedes cargar las piedras con una intención. Sujeta la piedra entre las palmas de tus manos, siente la energía de la piedra, piensa en la intención, y mientras repites la intención mentalmente, visualiza como la piedra se va cargando de esa intención.

Ahora tus piedras están listas para que puedas beneficiarte de ellas al 100 %, recuerda limpiarlas y cargarlas siempre que lo necesites.